El 26 de enero de 2025, un pez abisal conocido como diablo negro (Melanocetus johnsonii) fue avistado cerca de la costa de Playa San Juan, Tenerife. Este extraño ser, que normalmente habita entre los 200 y 2,000 metros de profundidad, sorprendió a biólogos y curiosos por igual al aparecer en aguas superficiales, un entorno completamente ajeno a su naturaleza. Pocas horas después, el pez murió, posiblemente debido a la diferencia de presión, la temperatura o la falta de adaptación.
El fenómeno no solo llamó la atención de los científicos, sino que también se volvió viral en redes sociales, donde los internautas transformaron su historia en una metáfora de la vida. La imagen del pez emergiendo de la oscuridad se convirtió en un símbolo del «salir de la zona de confort», del choque con lo desconocido y del riesgo de enfrentar un cambio para el que quizá no estamos preparados. Pero, más allá de los memes, ¿qué podemos aprender de este pez abisal desde la filosofía y la psicología?
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Platón y el mito de la caverna: la luz no siempre es bienvenida
El filósofo griego Platón, en su famoso mito de la caverna, describe a unos prisioneros que han vivido toda su vida en una cueva, viendo sólo sombras proyectadas en la pared. Para ellos, esa es la única realidad posible. Un día, uno de ellos logra salir y descubre la luz del sol: la verdad. Pero al regresar para contar lo que ha visto, los demás lo rechazan y se burlan de él, pues la verdad puede ser incómoda.
El pez abisal nos recuerda a ese prisionero que, voluntaria o involuntariamente, salió de su mundo oscuro y se encontró con un entorno para el que no estaba listo. El cambio puede ser revelador, pero también abrumador si no estamos preparados para enfrentarlo. En la vida cotidiana, muchas veces se nos dice que debemos «salir de nuestra zona de confort», pero ¿realmente estamos listos para enfrentar lo que hay fuera? No todos los cambios son positivos si no tenemos las herramientas adecuadas para afrontarlos.
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Heidegger y la angustia de lo desconocido
Desde el existencialismo, Martin Heidegger hablaba de la angustia existencial, ese sentimiento de incertidumbre que aparece cuando nos enfrentamos a lo desconocido. Así como el pez abisal fue arrastrado a una realidad ajena, muchas veces nosotros mismos nos vemos lanzados a situaciones que nos generan miedo: un nuevo trabajo, una mudanza, una relación que termina.
La clave para manejar la angustia no es evitarla, sino reconocerla como parte del proceso de crecimiento. No se trata de evitar el cambio, pero tampoco de forzarlo sin preparación. Un pez abisal no puede sobrevivir en la superficie sin antes haber desarrollado la capacidad de adaptarse. De la misma manera, los cambios en nuestra vida deben ser graduales y conscientes, no impulsivos.
Sartre y la libertad de elegir
Jean-Paul Sartre afirmaba que estamos condenados a la libertad, es decir, que somos responsables de nuestras decisiones. El pez abisal no eligió salir, pero nosotros sí podemos decidir cómo y cuándo dar el siguiente paso en nuestra vida.
El problema es que muchas veces confundimos el deseo de cambio con la necesidad de huir. Queremos dejar un trabajo, una relación o una rutina porque sentimos incomodidad, pero ¿es el momento adecuado o solo estamos reaccionando por impulso? El pez abisal nos recuerda que salir por salir no siempre es la mejor opción. A veces, la verdadera valentía está en prepararnos antes de dar el salto.
¿Qué podemos aprender de este pez?
El caso del pez abisal nos deja varias lecciones prácticas para la vida diaria:
1. Salir de la zona de confort es positivo, pero solo si hay preparación. No se trata de lanzarse al vacío sin red.
2. El cambio puede generar angustia, pero es parte del crecimiento. La clave es enfrentarlo con estrategia.
3. No confundas huir con evolucionar. Asegúrate de que el cambio responde a un propósito real y no solo al miedo o la presión externa.
4. La adaptación es clave. Si decides hacer un cambio drástico, asegúrate de tener las herramientas para sobrevivir en el nuevo entorno.
El pez abisal no pudo sobrevivir fuera de su hábitat, pero nosotros, a diferencia de él, tenemos la capacidad de elegir, prepararnos y adaptarnos. No se trata de temer al cambio, sino de enfrentarlo con inteligencia. La próxima vez que pienses en salir de tu zona de confort, pregúntate: ¿estoy listo para la luz o necesito prepararme un poco más?
Para profundizar en este tema, puedes ver el siguiente video que muestra el avistamiento del diablo negro en Tenerife:
Avistamiento del diablo negro en Tenerife
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