Sandwich de basura, librerías de segunda mano Teatros capitalinos

Óscar Flores López es un narrador hondureño, nacido en Tegucigalpa en 1972 y graduado en la carrera de Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Con una amplia trayectoria en el periodismo, ha trabajado en los principales diarios escritos del país y ha obtenido importantes reconocimientos por su labor.

Recientemente, ha incursionado en la literatura y ha publicado su segundo libro titulado Messi, cerrá un rato los ojos. Uno de los cuentos de este libro, «Balón de oro», destaca por su estructura narrativa y su estilo preciso. La obra se caracteriza por su habilidad para retratar la vida cotidiana y las emociones humanas con gran sensibilidad y realismo.

El relato «Balón de oro» presenta la historia de una barbería en la que el fútbol se convierte en el centro de atención y en una especie de ritual de carnaval donde clientes y barberos se reúnen para celebrar, reír y burlarse de los equipos rivales. El ambiente de igualdad que se crea en la barbería demuestra la teoría de la carnavalización del filósofo ruso Mijaíl Bajtín.

El lenguaje de los personajes también está marcado por la relación que tienen con el espacio en el que se encuentran y se caracteriza por la burla y la ironía, características del humor carnavalesco. En la trama de la historia se pueden identificar figuras de autoridad y bufones, quienes utilizan el humor para romper con las convenciones sociales establecidas.

Contexto espacial y temporal

La historia tiene lugar en la comunidad de Tempiscapa, Juticalpa, Olancho. Aunque la narración no especifica el año en que ocurre la trama, se puede inferir la época a través de las edades mencionadas por el cliente de bigote teñido (68) y el barbero don Ronaldo (70), quienes resultan ser Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, respectivamente. Es así que se puede deducir que las escenas transcurren en el año 2060. En este contexto, el autor evidencia una crítica implícita a las desigualdades sociales y a la persistencia de la pobreza en el futuro.

Intertextualidad en el cuento «Balón de oro»

En su obra «Semiótica 1: La palabra, el diálogo y el silencio», Julia Kristeva aborda el tema de la intertextualidad de manera extensa. A continuación, se presenta una cita bibliográfica que resume su perspectiva:

«Todo discurso es una amalgama de varios códigos, de varias semiotizaciones, de varios textos, que en ocasiones pueden incluso pertenecer a códigos diferentes. La noción de intertextualidad no se limita por tanto al espacio de la literatura. Todo discurso, incluyendo aquellos que se nos presentan como los más originales, los más personales, están construidos sobre una antigua ciudad de signos: son la confluencia de los más variados textos, arrastrados por la lengua en un momento histórico dado».

Kristeva, 1981: p. 33

En suma, para Julia Kristeva, la intertextualidad es la relación que existe entre un texto y otros textos que lo preceden y lo rodean. Según Kristeva, cada texto es un tejido de citas y referencias a otros textos, lo que significa que no hay ningún texto que sea completamente original o autónomo.

En los cuentos «Balón de oro» de Óscar Flores y «El Navaja» del novelista ruso Vladimir Nabokov, podemos observar que, a primera vista, no existen referencias directas entre ambas obras literarias. Cada una de ellas presenta su propia trama y estructura narrativa, sin que se hagan alusiones explícitas a elementos o personajes presentes en la otra obra.

Es importante señalar que ambas historias comparten un escenario común: la barbería. Ésta adquiere una relevancia significativa, ya que es el lugar donde se desarrolla la trama, donde se concentran los personajes principales y secundarios, y donde se presentan algunas de las claves esenciales de la historia.

Otro aspecto que podría sugerir una posible intertextualidad entre ambas historias es el énfasis puesto en la habilidad del barbero. En «Balón de oro», don Ronaldo, el protagonista, es un barbero minucioso y obsesionado con el orden y la limpieza, además de muy hábil con las tijeras. Mientras que en «El navaja», el personaje principal, Ivanov, también es un barbero muy bueno con la navaja. Esta destreza se convierte en un elemento clave en la trama de ambas obras, ya que permite a los personajes realizar acciones relevantes en la historia.

En conclusión, aunque no existen referencias explícitas que permitan establecer una conexión clara entre los cuentos «Balón de oro» y «El Navaja», se pueden identificar ciertos elementos comunes que apuntan a la posible presencia de intertextualidad entre ambas obras.

En primer lugar, la barbería se presenta como un escenario común en ambas historias, donde se desarrollan gran parte de los acontecimientos narrados. Además, se destaca la habilidad del barbero en ambas narraciones. Este elemento sugiere una posible conexión temática entre los cuentos. En segundo lugar, la aparición de un personaje misterioso en ambos relatos puede considerarse un elemento de intertextualidad, ya que en ambos textos, este personaje genera un cierto grado de tensión e incertidumbre en el desarrollo de la trama.

Finalmente, la escena de la navaja en el cuello del cliente, que genera un desenlace indefinido, puede considerarse un elemento que sugiere una posible conexión entre ambos cuentos. En resumen, la presencia de estos elementos comunes podría indicar una cierta intertextualidad entre los cuentos «Balón de oro» y «El Navaja».

Carnavalización en el cuento «Balón de oro»

El análisis del relato «Balón de oro» de Oscar Flores López puede enriquecerse adoptando la perspectiva del filósofo y crítico literario ruso Mijaíl Bajtín, más precisamente, examinando el texto a través del prisma del ensayo «Carnaval y Literatura: sobre la teoría de la novela y la cultura de la risa”. A propósito, el autor nos dice:

El carnaval es un espectáculo que se desarrolla sin rampa y sin separación entre actores y espectadores. Todos sus participantes son activos, todos comunican en el acto carnavalesco (…) Las leyes, las prohibiciones, las restricciones que determinan la estructura, el buen desarrollo de la vida normal (no carnavalesca) están suspendidas durante el carnaval; se comienza por invertir el orden jerárquico y todas las formas de miedo que éste entraña: veneración, piedad, etiqueta, es decir, todo lo que está dictado por la desigualdad social o cualquier otra (la de la edad, por ejemplo).

Bajtín, 1987: p. 312

En el cuento de Flores López podemos identificar varias categorías de Bajtín.

La categoría de contacto libre se puede observar en la pequeña barbería donde los clientes se mezclan y tienen conversaciones entre ellos. La barbería es un lugar de reunión donde las personas pueden hablar y relacionarse en un ambiente informal y relajado.

La excentricidad se puede ver en la descripción física de don Ronaldo, con su cuello largo y ancho como un tobogán (p. 9), resaltando de forma significativa frente al resto de los personajes. Otro cliente, por su parte, exhibe una barba espesa y una prominente barriga con forma de pera. Asimismo, tanto don Ronaldo como el resto de los personajes poseen rasgos de personalidad que los hacen sobresalir y resultar exagerados, como el orgullo que no ha sido extinguido por la pobreza. También podemos ver la excentricidad en la aparición ocasional del rótulo incompleto de su barbería, lo que indica que no está demasiado preocupado por el marketing o la publicidad.

La desavenencia se manifiesta en las discusiones entre los clientes sobre el fútbol y la rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid. También se puede ver en la actitud de don Ronaldo hacia su asistente, Emilio, quien siempre llega tarde y con excusas (p. 10).

Por último, la profanación se presenta en la conversación sobre Shakira y en las bromas sobre sus atributos físicos (p. 11). Si bien puede ser considerada como un humor vulgar y ofensivo para algunos, en este contexto de la barbería, es una forma de rebajar la tensión y hacer reír a los clientes.

Autoridad, bufones y lenguaje

Para Bajtín (1987), los bufones son personajes que utilizan el humor para romper con las convenciones sociales establecidas, mientras que las autoridades son figuras que representan el poder y la autoridad en una sociedad. En este cuento, se pueden identificar tres bufones y tres autoridades. La figura de los bufones recae en el cliente con la barba espesa y barriga de pera, el cliente con el bigote teñido de negro y en Emilio, el asistente de don Ronaldo. Por otra parte, la autoridad se encuentra en don Ronaldo, Real Madrid y Barcelona.

Don Ronaldo es el dueño de la única barbería en Tempiscapa, lo que lo hace una figura de autoridad en su espacio. Eso se ve afirmado por su habilidad con las tijeras. Por su parte, Real Madrid y Barcelona, dos equipos de fútbol españoles, son mencionados constantemente en la tertulia de los clientes en la barbería, ese aspecto los convierte en figuras de autoridad en este ámbito. Además, los clientes discuten sobre el rendimiento de estos equipos y sus jugadores, por demás una confirmación que estos clubes tienen un impacto en la opinión pública y en la cultura popular, convirtiéndolos en figuras de autoridad.

En lo que concierne al lenguaje empleado en la trama del cuento, en la barbería se genera un espacio donde la diversidad de voces se mezcla, y se crea un ambiente que permite la interacción de los abigarrados personajes con sus respectivos puntos de vista. Los personajes hablan sin preocuparse demasiado por la estructura gramatical o la corrección lingüística, y se permite la interrupción y la respuesta inmediata a las opiniones de los demás.

Se puede observar cómo los personajes utilizan la burla y la ironía, que son características del humor carnavalístico. Los comentarios sobre el fútbol, por ejemplo, se hacen de manera sarcástica, pero sin perder el tono de humor y complicidad. Además, la mención de personajes famosos, como Shakira o Piqué, se utiliza para generar risas y conexión entre los clientes de la barbería.

El lenguaje de los personajes también está marcado por la relación que tienen con el espacio en el que se encuentran. Se mencionan objetos y herramientas de la barbería, y se hace alusión al aroma de las toallas. Este lenguaje se convierte en una especie de ritual que refuerza la identidad del lugar y la relación entre los personajes.


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