A estas alturas, muchas personas de Ojojona ya no recordarán el Himno de la Escuela Pablo Zelaya Sierra que escribió el profesor Coronado Nieto González. Otras, seguramente lo desconocen o el paso del tiempo contribuyó a que lo olvidaran por completo.

Sin embargo, en el pueblo hay personas que conocen el valor literario e histórico de este poema y por tanto lo conservan. Es el caso de doña Lidia López, maestra jubilada que educó a generaciones. Cuando nos abocamos a ella lo facilitó sin anteponer excusas.

Pese a lo anterior, el Himno de la Escuela Pablo Zelaya Sierra no se enseña a todos los grados y se canta solamente durante el aniversario del centro educativo. En opinión de la profesora Maritza Aguilar, éste «debería enseñarse desde primer grado».

Brevísimo análisis literario del Himno de la Escuela Pablo Zelaya Sierra

Literalmente, el Himno a la Escuela Pablo Zelaya Sierra está compuesto de dos estrofas de ocho versos decasílados cada uno y un Coro de cuatro versos que hacen un total de 20 versos.

Todo himno pertenece al género lírico el cual comprende las composiciones en las que el poeta canta sus propias ideas. También, se dice que es subjetivo porque expresa los anhelos y sentimientos del autor, quien como intérprete de un pueblo amolda los sentimientos de una comunidad.

Al analizar el Himno a la Escuela Pablo Zelaya Sierra, se puede comprobar que don Coronado Nieto hizo uso de la elegancia literaria, es decir, la utilización de adornos necesarios para embellecer el lenguaje.

Elementos literarios

Elementos de forma: Estrofa, cuarteto, verso, métrica, rima, ritmo y acento final

Elementos de fondo: Metáfora, epíteto, personificación y exclamación.

Himno a la Escuela Pablo Zelaya Sierra

CORO

Rebosante de ardiente entusiasmo

en la escuela busquemos la luz;

y el elevado corcel del anhelo

nos conduzca al país del azul.

Es muy triste habitar en tinieblas

sin llevar en el alma una aurora

que denuncie la zarza traidora

de la vida en un rudo bregar.

Noche eterna que nunca esclarece

en la mente alberga el ignaro,

para él no hay estrellas, no hay faro

todo el mundo los ve tropezar.

CORO…

¡Oh, niñez! Flor de agua verdosa,

del patrón San Juan el Bautista,

instrucciones recibid optimista;

y medrosas las sombras huirán.

¡Adelante, soldados del libro!

¡A estudiar, batallón de la idea!

Del fiat lux la bandera flamea

en el clima del templo escolar.

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