
Narrativa hondureña: ¡Todos a los botes! de Edgardo Molina
Ernesto Carillo había escrito obsesivamente cientos de poemas, cuentos y tres novelas románticas, así pues, participó en todos los concursos literarios habidos y por haber. Tan cansados estaban los jueces que ya conocían los versos y las fábulas de Carrillo, aun cuando se cambiaba constantemente de seudónimo. Sin darse cuenta, Carrillo había llenado su mundo…