Guillermina Trinidad Cerrato Flores (Pespire, Choluteca, 10 de febrero de 1912 – Tegucigalpa, 23 de enero de 2003). Fue una escritora, poeta, política y gestora cultural egresada del Instituto María Auxiliadora (ISMA). Doña Mina Cerrato fue maestra y directora de la escuela de su municipio. Es la responsable de introducir la primera alfarería decorativa en Ojojona en los años 50. Además, fue regidora y alcaldesa de policía de esta localidad, lo que le permitió relacionarse con diversos personajes de la esfera política del país.
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Biografía
La profesora Guillermina Trinidad Cerrato Flores de Díaz Zelaya nació el 10 de febrero de 1912 en el municipio de Pespire, Choluteca, Honduras. Estudió en el Instituto Salesiano María Auxiliadora. Luego de obtener su título, fue maestra y directora de la escuela de su pueblo. Pasados los años, se trasladó a Tegucigalpa para administrar las farmacias de su cuñado, el doctor Jesús Aguilar Paz.
En 1945, después de 15 años de noviazgo, se casó con el cuentista, periodista y político ojojonense Samuel Díaz Zelaya. Desde ese momento adoptó Ojojona como residencia, viajando continuamente a Tegucigalpa.
A finales de la década de 1940, la «Tía Mina», como fue conocida por la sociedad, abrió en Ojojona un restaurante adonde los fines de semana llegaban políticos y empresarios capitalinos.
Entrados los años 50, gestionó talleres a cargo de alfareros salvadoreños. Por ende, se le atribuye a ella la implementación del torno. Posteriormente, inauguró la primera alfarería decorativa en la zona: «Ojojona Típico».
Ojojona Típico
La apertura de aquel primer negocio contribuyó a visibilizar y atraer más visitantes al pueblo. Aspecto que definió la artesanía local para siempre. En sus estantes se observaban todo tipo de piezas decorativas que se fueron ajustando a los gustos del mercado turístico.
Como tal, el taller Ojojona Típico se estableció en la segunda mitad de 1940 y cerró sus operaciones en 1994 en Tegucigalpa.
De aquel tiempo a esta fecha, todavía sobrevive como legado don Santos Higinio Garay, uno de sus trabajadores. A estos días es el alfarero con mayor trayectoria en este campo. Garay procreó 32 hijos, de los cuales unos 20 se dedican a este rubro. En la actualidad, existen más de 250 puestos de artesanía en Ojojona.
Mina Cerrato en las letras
Diversas publicaciones en diarios nacionales de la época dan fe de su predilección por las letras. Durante su carrera literaria fue incluida en varias antologías poéticas. Por ejemplo, fue antologada por Manuel Luna Mejía en su libro «Índice General de Poesía Hondureña».
En sus versos se puede apreciar la influencia neoclasicista. También incursionó en la narrativa. Con su cuento «El tullidito de Chocoarquín» ganó el premio «Lucila Gamero de Medina» que otorgaba el Comité Femenino Hondureño.
Además, Guillermina Cerrato escribió guiones y dirigió obras teatrales infantiles, lo que significó un aporte en el contexto de las artes escénicas.
Incursión de Mina Cerrato en la política
La coyuntura familiar le permitió a Guillermina Cerrato integrarse a las filas políticas del Partido Liberal. Su esposo Samuel Díaz Zelaya fue alcalde de Ojojona en 1948.
Durante parte de su vida estuvo estrechamente ligada a la política desempeñando varios cargos. Al obtener las mujeres el derecho al sufragio fue nombrada por el gobierno de Ramón Villeda Morales como Alcaldesa de Policía de Ojojona en representación del Partido Reformista.
Además, fungió como regidora municipal en 1959. Así, en su dilatada carrera política hizo gestiones en beneficio del desarrollo del municipio como la ampliación de la carretera y la instalación de la luz eléctrica, entre otras.
Premios
Premio Flor Nacional. El Salvador. 1937.
Premio Lucila Gamero de Medina. 1949.
Primer Lugar Exposición de Artes e Industrias de Comayagüela. 1952.
Premio Folclorista del Año. 1977-1978.
Fallecimiento
Mina Cerrato murió de un infarto en Tegucigalpa en 2003, antes de cumplir sus 91 años.
José Montoya
Excelente historia y trayectoria de la señora Mina Cerrato. Mi respeto y reconocimiento póstumo. Me imagino que a estas alturas ha de haber alguna escuela o algún pabellón con su nombre.
Oscar Armando Ilovares
Lamentablemente no, don José Montoya.