A la medianoche de este 31 de diciembre de 2023, Ojojona quemará más de una decena de monigotes o años viejos.
Pero no son débiles pichingos rellenos improvisadamente de trapos. Son estructuras hechas de saludable madera de pino, roble o encino.
Locales y foráneos realizan el ya tradicional recorrido visitando y conociendo los monigotes.
Cuando anochece, varios callejones y patios se transforman en un espacio siniestro donde convergen personajes de terror, criaturas y seres de diferentes mundos y géneros.
Este año, los muchachos ojojonenses hicieron criaturas como Billy, personaje de Juegos del Hambre, Vegeta, Rango, La Pantera Rosa, el Coyote y el Correcaminos, entre otros.
La distinción de Ojojona frente a Tegucigalpa al quemar monigotes de personajes de terror en lugar de políticos y polémicos sugiere una preferencia por abordar las tensiones y ansiedades cotidianas de una manera más lúdica y desvinculada de la política directa.
La elección de personajes de terror para la quema podría representar una forma de enfrentar y liberar los miedos personales o colectivos, ofreciendo una especie de catarsis al deshacerse simbólicamente de las preocupaciones y temores del año pasado.
Este acto ritual podría ser interpretado como una expresión de rebeldía o evasión de las preocupaciones más convencionales, sociales, económicas y políticas, en favor de un enfoque más imaginativo y culturalmente influenciado.
La participación activa de la comunidad, especialmente de los jóvenes menores de 30 años, sugiere un deseo de participar en tradiciones locales que brinden una salida creativa y única para la celebración del Año Nuevo.
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