El verdadero héroe es héroe por error. Sueña con ser un cobarde honesto como todo el mundo.
U. E.
Sé que soy un mal influencer, sé que soy basura y puto malagradecido, sé que soy egoísta, sé que tengo un bizarro narcisismo, sé que soy lo peor, soy misántropo, ¿qué culpa tengo yo?: “soy yo y mis circunstancias”, segundo principio biológico, he invertido mucho dinero en mi cerebro, soy publicista ultra canon, lo más intenso que siento es el puto vértigo y siempre ando online. En Los Ángeles aprendí a ponerme antivirus mentales, en Berlín aprendí a verte a los ojos y decirte las mierdas que pienso, en La Haya aprendí a bailar salsa pensando en París, en Rusia y Ucrania aprendí a beber, pelear y decir suka, en Londres aprendí que primero soy yo y después is me y en mi país aprendí que soy todo terreno, que la pobreza es un estado mental impuesto, también sé que aquí somos semidioses, jugamos y acariciamos la muerte todos los días, para mí es aburridos el estrés del primer mundo, je, je, je. Pero aquí también aprendí como publicista que en política tener mala reputación es mejor que tener buena imagen. Es un País Bizarro, cuando la masa dice guácala es un cliché que en el fondo quiere decir wow!
Pago porque no me inviten a fiestas light y no estar con imbéciles, me gustan los festines underground y en campos abiertos y beber como cosaco, sacar a mi Dioniso a pasear y esnifar el aire del bosque, dicen que mi pene es un puto nazi porque no lo meto en cualquier hole, para mí es importante eso; soy hipocondriaco y saber que alguien porta algún virus me pone en un estado maligno y putrefacto, pero si preguntan cómo sé yo que ellas no son portadoras de enfermedades, ¡ah!, ese es un proceso largo, soy un depredador con mucha avidez y paciencia, ahí es donde viene mi lado romántico kaputt, como llevarlas a donar sangre como causa noble, luego le pago a la enfermera para luego ver si la persona está sana, cierta vez me salió una con papiloma humano y herpes, era tan hermosa, pero hecha mierda por dentro, fuck!, ahí estuviera con valtrex de por vida y quemándome siempre esas putas verrugas. Por eso mi pene y yo somos así.
Pero sí me gusta lo mejor, cuando era niño mi madre decía “escoge algún juguete”, y yo escogía el mejor, soy una herramienta femenina, por eso en ciertos aspectos soy muy quisquilloso con las mujeres. Pero todo eso lo oculto tan fácilmente con mis máscaras: una es virtual y la otra del diario vivir. Pero quién soy se preguntarán… es mejor dejarlo así.
Con mi máscara social me dedico a poner y quitar presidentes, ¿saben?, los más cagadaleros son los de tierra adentro: creen que el país es su hacienda. Recuerdo al dientes de burro, solo era risitas, pero cuando se dio cuenta que su mujer me la chupaba antes de darle el beso de buenos días, me desterró de su aposentos, pero su mujer es ninfo y la entiendo, eso sí le dolió, le dolió más que los prófugos de sus hijos. Ella me acosaba, diplomáticamente le pedí una muestra de sangre y me la dio, suerte que estaba sana. En esos días ella era la esposa del presidente, tenía un extraño fetiche, le gustaba chupármela viendo por la ventana cuando los soldados descargaban y limpiaban las armas, y con voz pervertida decía cuando se tragaba mi néctar “qué rica tu esencia”, eso sí: nunca la follé, ella me decía que técnicamente así no le era infiel al dientes de burro, que le gustaba chupar cocks.: esa era su adicción. Al final ella huyó con un futbolista y dejó al dientes de burro buscando su reemplazo en el mismo pueblo de donde se la robó, él le llevaba una diferenciade edad de 33 años, a veces el dientes de burro tomaba mucha viagra y tenían que llamar a su doctor para que le drenara el pipí.
Tras despedirme, dientes de burro quiso enviarme al exilio, pero su exmujer me recomendó con su paisano del partido opositor que al siguiente año sería el nuevo presidente de la Res-Pública, Mr. Pistolín le decían porque era enano y se le salían dos bultitos de grasa por los costados que le daban una forma como si anduviese armado a lo vaquero. Mister Pistolín también era de tierra adentro, terco como los burros, a veces cuando andaba bolo me decía que se quería tatuar a Francisco Morazán en toda la espalda, obviamente, como asesor le manifestaba que no, pero un día él me puso su 22 mágnum en la sien y dijo “vos no sentís a Morazán como yo”, sollozó y rompió en llanto, “vos no sentís el abismo en el que estoy porque solo online pasás, apurate, caminá, vamos donde el mejor tatuador”.
El tatuaje que se hizo fue de la estatua del Parque Central, que dicen que no es Morazán, sino el mariscal Nelson. Mr. Pistolín tenía serios problemas con el alcohol, en el cumpleaños de su hija (Mishy) estaba más ebrio que de costumbre, me dijo “mi hija preguntó por su regalo de cumpleaños”, “ya se lo di”, respondí, “subí, hablá con ella, no entiendo esta juventud… ¡que subás!”.
Subí y ahí estaba la Mishy, al verme me dio un abrazo y un beso, luego dijo “no me gustó tu regalo, ¿estás loco?, ¿un bolso Marc Jacobs?, tengo miles, lo que quiero es que me cojás, que me hagás tu perra como regalo de cumpleaños”, en segundos pensé “y tu novio, el Bryan carnavalito, cogiéndose hippies extremas y domésticas indefensas, todo un prodigio de cómo expandir putos virus”. La función en el mundo del Bryan era actuar como hippie yoga cool vegano, consultor de fiestas y catador de drugs, #hijonovio rebelde, miraba a la Mishy como una institución mental, a veces la miraba como un mall y por qué no: como un centro de rehabilitación con un banco incorporado, ah pero en el fondo a la Mishy le encantaba ese papel de maminovia, en el fondo se sentía como si fuese el dios del Bryan. Ella me interrumpió el flashback y enseguida me dio un sobre, miré sus pupilas dilatadas y sus ojos vidriosos y nerviosamente me susurró: “Dicen que la nueva prueba del amor es dar la contraseña de Facebook, Instagram, Snatchap y Tinder, pero yo te estoy dando este sobre donde podés ver que no tengo aids ni herpes ni papiloma ni todas esas cosas raras, y al final están las contraseñas de todas las redes que uso, solo quiero que me la metás por donde querrás”.
“Mierda”, me dije, “esta sí que está sobada, es una puta bomba de tiempo”. Ah otra cosa que soy es que soy ambicioso, y recordé las palabras de mi querido abuelo, que fue un gran historiador, “toda mujer lleva a buenas conexiones”. Al ver la hoja, leí que al final de cada oración estaba escrita la palabra negativo. Sentí excitación y me bajé el pantalón. Sabía que Mishy había tenido sexo conmigo porque se había enojado con el carnavalito de Bryan, eso me dio una inmensa alegría, ya que no soy psiquiatra ni terapeuta ni consejero. Pronto se reconciliaron y la semana siguiente se marcharon, pues viven en NY. A veces no entiendo por qué Mr Pistolín está en contra del imperio, ¿será que nos mira como idiotas y dice que odia al imperio, pero todos sus hijos viven ahí y sus nietos nacieron allá? Por eso siempre pasa con los nervios enloquecidos, él dice que es la crisis del país, pero yo pienso que es tanta estupidez y contradicción mental, pobre Mister Pistolín. Dientes de burro me decía que con Mister Pistolín, su paisano, eran como primos hermanos, ambos provienen de familias numerosas. Dientes de burro tiene 28 hermanos y 20 hijos, Mr, Pistolín tiene 26 hermanos, eran 28 pero asesinaron a dos por tunantes, y solo tiene 3 hijos. Mi querido abuelo siempre tuvo la razón: “lo fácil en abundancia, la doble moral, el sentimentalismo criollo y el aleluya como tótem son el manjar catracho”.
“Anástrofe”, me dije. Vi hacia el inodoro, bajé la palanca y pensé que así se iban los otros recuerdos sobre la puta política y la crisis creada y forzada, anécdotas y secretos que tenía y que no requerían más mi atención. Qué más puedo decir si este es un país de pijín, las estadísticas dicen que se alcanza más rápido la conexión al poder en antros y fiestas que en la universidad. Ahí se hace el link para las mejores hazañas en el sistema político catracho y la mujer juega un rol muy importante en ese link: por medio de ellas se llega al poder. Al político y líder religioso les gusta la pobreza y son una inmensa corporación para generarla, la pobreza es la corona de su riqueza.
“Honduras, tesoro y letrina”, escuché una noche al salir del área de los baños, había estado esnifando con Mishy, quien había hecho un par de líneas sobre mi pene, las esnifó y yo había hecho un par de líneas sobre su ass, las esnifé: favor se paga con favor. Era una reunión pomposa de mi última aventura como “pone presidentes”. Llegué a ese cargo gracias a la Mishy. Esa noche ella me presentó a Rita, hermana de Juan Cagadal, que como los otros dos expresidentes tenía su peculiaridad y el de Juancito no era física, pese a que era cusco, sino que era Rita, su hermanita, una milf muy amable y poderosa que irradia una energía descomunal, pobre de aquel que se enamora de ella: así como la inmensidad de su poder, así sería el poder de sufrimiento del amante de turno. A Rita le gustaba el ocultismo, le gustaba andar high con caspa de dios, tenía su harem de chicas y chicos, me decía “esos son mis brazos armados, su juventud, a los 23 los reemplazo y me busco otros”, y cómo sonreía y cómo te iluminaba y movía los dedos como dirigiendo una sinfonía al hablar y me decía a cada momento “el amor de tu vida pasada era hermoso, dicen que el rostro es la imagen de la persona que fue tu amor verdadero, en la vida pasada, dear. Por decir algo, a ella solo le gustaba beber la sangre de los niños, más si eran heridas naturales, la sangre la conseguía en el hospital, «la adrenalina, dear!», decía. Ese era el extraño elíxir que la mantenía joven y hermosa. Ella me introdujo al mundo de los próximos cuatros años. Tres presidentes de tierra adentro al hilo, el factor común que tenían era que miraban al país como su hacienda y a veces como su milpa, pero este sí era un caso, era indómito, soberbio, tirano y tenía el síndrome de Hubris, no hagan caso, yo estoy para contar anécdotas, nada de política, solo es para que conozcan por qué ellos son así, comencemos con el árbol genealógico: Juan Cagadal abuelo se casó con su prima hermana y tuvo 22 hijos y un romance con una hermana de parte de padre, ella terminó suicidándose; uno de estos hijos fue Juan Cagadal padre que tuvo a Juan Cagadal hijo y a Rita. Los rumores dicen que son amantes, y la verdad que lo creo, mucho encierro, mucha ternura, mucho beso; una vez observé que le dio tremenda nalgada. Y aunque a la gente le gusta Star Wars y a los intelectuales Edipo rey, no se imaginan el romance de ellos dos, qué morbo de hijos de puta. Sus dos hijos jodidos, vampiros energéticos, su hija mayor que era su orgullo porque le recordaba a su abuela, que era prima hermana de su abuelo, tenía un fuselaje occidental, pero era experta en paremiología, sí que era un dolor de huevos, el hijo, un anoréxico sexual, batallaba para adaptarse al mundo gay. Solo era bikes Treks, jugar al director de cine, depilaciones láser, enemas y tintes de cabello, una vez me invitó a su premiere de un documental sobre las mariposas de su pueblo, eran más fotos y filtros, puto guácala en el afterparty: solo artistas de plástico ornamental tercemundista, fascista y light, ese día no me sorprendió ver a los artistas de oposición caníbal tirándole flores. Saben, yo era uno de los que otorgaba los premios nacionales, era el que decía quien lo ganaba y quien no y siempre se los daba a los escritores de la oposición, me gustaba ver su oportunismo y su hipocresía, ja, ja,ja y cómo defendían su premiación, como dicen “que no mire tu mano derecha, lo que hace tu mano izquierda”. ¡Gran mierda ser un artista oportunista en este hermoso abismo de plagiadores!, y lo peor es que le plagian al que le ha plagiado a otros de primer orden: un solo cagadal. Por eso solo aquí pueden caminar con dos toros en el pecho. Enseguida Juancito se me ofreció sexualmente y le dije que no. Se puso a bramar y entre llanto me decía “te puedo traer dos top models, nos metemos al jacuzzi, ellas te la chupan y después me trago tu energon”, el cabrón era fanático de los Transformers, e insistía, “vaya, ni me tengo que acercar mucho”, le dije que no. A los días se fue a estudiar cine al extranjero y regresó como Juanita, al Juan Cagadal casi le da un infarto. Al pasar la tormenta de Juanita, Juan Cagadal me echó la culpa del trastorno de su hijo, enseguida culpó a su hermana. A los días asesinó a Rita, se le metió que era una bruja y que ella le quería hacer daño, que tenía que pararla como fuera, que ella había sido la que lo había hecho gay, y que ella le había regalado la operación de cambio de sexo, pero al momento de agonizar no se le olvidaron las últimas palabras de Rita, “pronto vendré por ti”.
Fuck! Una vez soñé que me venía en la boca de Rita, miraba una inmensa cascada, era como cuando te venís en efecto de crystal method, qué sensación más hermosa, ella enseguida me susurró “mátalo y ayúdame”. Eran las 11:45 de la noche.
***
Al día siguiente sentía una alegría inmensa, hasta recordé que me peiné de lado izquierdo, sonreía pensando en asesinar a Juan Cagadal. Lo tenía de espaldas, estaba en su forma, cusco, subí el volumen al minicomponente, saqué el revólver y al ritmo de a la capotín tin tin tin que esta noche va a llover, grité “¡Hijo de puta, Honduras todo lo tenemos aquí!” y disparé. Vacié el cargador del revólver sobre su espalda, me encanta el olor a pólvora, me senté en la silla presidencial e imaginé a Rita haciéndomelo sobre el escritorio presidencial, besándome y diciendo my dear. Imaginé las portadas: “Tesoro nacional en las celdas de El Pozo”, y las chicas murmuraban al ver mi portada “qué guapo”. Miles de cartas me enviarían, siempre me gusto la época victoriana, sonreí: el apetito por la maldad me daba cosquilleo.
Pero luego mandé todo a la mierda, vi mis mini me, “me estoy volviendo loco”, dije, el mini me vestía como yo, tenía la estatura de Mister Pistolín, los dientes del dientes de burro y el rostro de Juan Cagadal, el mini me hablada como ellos en una sola voz y no se le entendía nada, parpadeé y abrí los ojos, “por fin se fue”, me dije. Sentí vértigo, luego melancolía y después desolación y enojo.
Recordé aquel amigo que asesinó a un padre de la patria, al principio las redes sociales lo proclamaban como héroe nacional, pero a los meses pasó la fiebre y el show. Ahí está solo en esa oscura celda, todos los que lo promovieron a héroe nacional online ya lo olvidaron, «cimarrones hijos de puta», como decía mi abuelo. Seguidamente recordé las palabras de Mister Pistolín entre sollozos: “Vos no sentís el abismo en el que estoy porque solo online pasás”. “No vale la pena asesinar a Juan Cagadal”, me dije y recordé lo que aprendí en Londres: “primero soy yo y luego is me”. Y seguro me arrestan y me gritarán “¡No serás nunca un puto tesoro nacional!”. Sé que seguro ustedes piensan en mi máscara virtual, hmmm, ¿saben?, escribí esto con ella puesta, por cierto: delete!
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