La Feria de San Sebastián de Ojojona está a las puertas. Se podría pensar que por el potencial cultural y turístico que posee el pueblo, la festividad se convierte en un tren dislocado y sin precedentes. Pero es todo lo contrario. Las ferias del municipio, la cultura de Ojojona ya no son como antes. Francamente, no sé si alguna vez fui parte de ese pasado feliz.

El problema es evidente: no existe identidad local, ese sentido de pertenencia al lugar; siquiera existe la conciencia, la actitud por entender el concepto de «cultura». Durante estudié en la Escuela Pablo Zelaya Sierra, no recuerdo que alguna maestra me lo mencionara. Qué decir de los alcaldes. Ellos sólo piensan en atraer turismo, pero ignoran que primero tienen que rescatar y potenciar la cultura y no lo hacen. Si bien hay una Casa de la Cultura, de cultural sólo el nombre. Apenas permanece abierta la pequeña Biblioteca Municipal.

Por lo demás, los salones del inmueble se utilizan para sesiones y actividades ajenas al arte y a la cultura. Como ejemplo deplorable puedo citar la Plaza Central, en cuyo espacio se establecen vendedores ambulantes y las autoridades llegaron al colmo de montar carpas bajo alegato que «apoyan la microempresa». En una entrevista que le formulé al alcalde Armando García, pregunté si permitiría ese mercado en la Plaza. Con su particular actitud, respondió: «si usted mira un vendedor allí, tómele fotos y me las trae… No tenemos ninguno allí». Sin embargo, sería muy iluso si creyera que las cosas serían diferentes.

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Siguiendo la misma lógica rudimentaria, se dice que la Casa Consistorial, un inmueble patrimonial de más de doscientos años de antigüedad, se convertirá en el Banasupro. ¡Increíble! Teniendo un Mercado Municipal, ¿por qué no instalarlo allí? De este tipo de acciones que lesionan la cultura local hay toda una lista.

¿Por qué mencioné este breve contexto? Pues, para dar a conocer que de la cultura de Ojojona y el turismo los políticos locales saben muy poco (o nada). En 2018 no hubo ninguna manifestación cultural o artística en el pueblo patrocinada por la Alcaldía Municipal. La escasa agenda cultural de Ojojona es autogestionada por los propios locales. Y si vamos al Presupuesto Anual, no encontramos una partida dedicada a la cultura.

Entonces, ¿cómo pretenden vender nuestra cultura local si ni siquiera distinguen entre cultura y turismo? Llaman turista a todo aquel que visita el pueblo. No. Ellos son excursionistas. Turista es aquel que pasa la noche en un sitio fuera de su vivienda por un tiempo consecutivo inferior a un año. El excursionista llega a un sitio con fines de ocio. Para hacerle grata la experiencia, se debe hacer un plan operativo, que va desde elaborar propuestas y actividades culturales hasta un plan de comunicación de esas acciones. Quisiera ser optimista, pero el pesimismo de la razón no me deja: eso no pasará. En tanto, la cultura ojojonense seguirá su camino errático.

Así, esta festividad de enero como la próxima de junio seguirán el mismo patrón: unos tipos con un micrófono y un parlante a todo dar en la Plaza hablando pencadas, dos que tres champas maltrechas y con un aspecto visual horrible. Eso sí, mucha pólvora y repiques de campanas. Según lo acontecido en Lepaterique en julio, no creo que haya Baile entre moros y cristianos dejando que el Guancasco se realice de manera incompleta. Recordemos que esta es una manifestación amplia como compleja que culmina con ese baile.

Esta es la actualidad de la cultura de Ojojona. Antes de cerrar, quiero mencionar que en los últimos tres años la Iglesia San Juan Bautista se ha fajado en la parte cultural y ha sido quien ha montado varios eventos culturales. Enhorabuena por el padre Tony Salinas y su equipo.

Finalmente, quiero aclarar que este artículo no pretende desmeritar, sino más bien instar a las autoridades a tomar en serio la cultura de Ojojona, a que de verdad apoyen el arte. Si no se han dado cuenta, este es uno de los rubros más importantes del pueblo. Si acaso alguno se siente «ofendido», también es preciso recordar que los funcionarios públicos son sujetos de crítica y por tanto, la sociedad y los medios de comunicación están en pleno derecho de manifestar su opinión.

¿Y usted qué piensa de la cultura de Ojojona? Su comentario es bienvenido.📬✅