Por una feliz casualidad encontré en los puestos de libros usados del mercado San Isidro de Comayagüela un libro que desconocía: Álbum Secreto de Froylán Turcios. Figura correspondencia sostenida con los intelectuales latinoamericanos y europeos. El álbum también contiene dibujos y pinturas originales de José Pablo Zelaya Sierra y Confucio Montes de Oca. Este pequeño artículo es una reseña historica de las obras de los pintores mencionados.
Amistad con Pablo Zelaya Sierra
Froylán Turcios mantuvo una frecuente comunicación epistolar con pintores hondureños radicados en España y Francia. Conoció personalmente a Zelaya Sierra en San José, Costa Rica en los primeros meses de 1920. El pintor visitó su casa y le manifestó sus vehementes deseos de ir a estudiar pintura a España.
Turcios le recomendó hablar con sus maestros y amigos en Heredia y exhortarlos a solicitar una beca al presidente de Honduras, Rafael López Gutiérrez. El poeta también se comprometió allí a escribir una carta al mandatario y a firmar la petición.
Mostróse al oírme muy contento y agradecido y por el correo inmediato remití la carta, y puse mi firma en la solicitud. La respuesta del General López Gutiérrez fue precisa, categórica. Decíame que con el mayor placer ordenaba dictar el acuerdo pensionando en España a mi recomendado.
Turcios: 1980: 339
Cuando Froylán Turcios partió de Costa Rica hacia Francia, Pablo Zelaya Sierra pasó todo el día con él y luego fue a despedirlo a la estación. En 1922, el bardo olanchano recibió de parte de Zelaya “un cuadro andaluz, a la manera de Santiago Rusiñol, con gran riqueza de luz y de color”. A partir de ese año, Pablito le escribe a Turcios cada dos o tres meses, contándole sus desilusiones y sus triunfos y también le envía recortes de periódicos y revistas relacionados con sus cuadros.
Es probable que el dibujo que aparece en este libro haya sido enviado por Pablo adjunto a alguna carta, pues está firmado en 1922.
En 1929 el pintor originario de Ojojona llevó a su casa al escritor para presentarle a su esposa, doña Filorrosina Rodríguez Gallegos, y a su pequeño hijo Pablito. Además, le mostró todos sus lienzos. En sus Memorias, Turcios narra que conserva otro cuadro de esta época. Probablemente se refiere a la bellísima tela pintada en Toledo.
Cuando Pablo Zelaya Sierra dejó de percibir la pensión, su amigo Froylán Turcios se dirigió al gobierno para reclamar la beca y los pasajes de vuelta del artista. Su última intervención fue ante el ministro Corleto.
Montes de Oca y Turcios no se conocieron
Froylán Turcios nunca conoció a Confucio Montes de Oca. En 1920 el artista fue a buscarlo varias veces a su departamento en Rue Michel-Ange, en París, cuando el poeta andaba fuera. Éste lo citó a una reunión, pero Montes de Oca no apareció por ningún lado y tampoco dio señales ni su dirección. Con pesar dice el periodista que no tuvo “el placer de cambiar dos palabras con aquel extraordinario muchacho”.
En 1923, el pintor envió a Tegucigalpa una carta “saturada de amargura y desencanto” en la que suplicaba a Turcios su ayuda con el dinero que el gobierno le debía por el retraso en su beca. El poeta se dirigió a José Ángel Zúñiga Huete y le giraron 4.000 francos, a lo que Montes de Oca respondió con una cariñosa carta de agradecimiento y unos dibujos. Entre ellos se encontraba una máscara de Verlaine, “trazada con cuatro audaces rasgos de su ingenioso lápiz”.
Como puede verse, Turcios y Zelaya se conocieron en Costa Rica cuando el segundo era maestro de pintura en Heredia. El poeta gestionó, junto a los amigos de Pablito, la beca de estudio en España. Turcios fue como su mentor y Pablo Zelaya Sierra no se cansó de agradecerle. A Montes de Oca no lo conoció personalmente, sin embargo, le prestó su ayuda. De él recibió varios dibujos, que hoy en día son poco conocidos en el medio, afortunadamente se conservan en este álbum.
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Mely
Te felicito excelente artículo.