Sandwich de basura, librerías de segunda mano Teatros capitalinos

En la mayoría de los países, los símbolos nacionales son venerados y protegidos por la ley. Honduras no es una excepción en este sentido. El ultraje a los símbolos nacionales, como el Escudo, la Bandera y el Himno, está tipificado como un delito en el artículo 315 del Código Penal hondureño. Las sanciones por ultrajar estos símbolos pueden incluir reclusión de dos a cuatro años, una multa considerable y la inhabilitación especial.

A pesar de estas disposiciones legales, es poco común que se impongan condenas por este delito en Honduras, al igual que en otros países con leyes similares.

Reseña histórica del Himno en Honduras:

La historia del Himno Nacional de Honduras se remonta al Decreto N.º 42 emitido el 13 de noviembre de 1915. En ese momento, Honduras carecía de un Himno Nacional oficial. Sin embargo, este decreto marcó un hito al declarar como Himno Nacional la composición que incluía la letra de Augusto C. Coello y la música de Carlos Hartling. Este acto sentó las bases para la consolidación de un símbolo patriótico unificador en Honduras.

La Constitución de 1957 reconoció la importancia de los símbolos nacionales, incluyendo el Himno, pero no proporcionó una regulación detallada sobre su uso y significado. Fue en la Constitución de 1965 que el Himno Nacional se consagró oficialmente como un símbolo de la nación hondureña.

La Constitución de 1982, con enmiendas en 1999, reafirmó el estatus de los símbolos nacionales como elementos fundamentales de la identidad y el patriotismo hondureño, aunque no profundizó en su historia.

Modificación del Himno Nacional

La modificación del Himno Nacional de Honduras por parte de la cantante Karla Lara y Yeco Fernández fue un acto simbólico que suscita tanto debate como pasión en la sociedad hondureña. Este «nuevo Himno» tuvo lugar en el contexto del golpe de Estado de 2009, el evento político que sacudió los cimientos del país.

El presidente Manuel Zelaya Rosales fue destituido y reemplazado por Roberto Micheletti, lo que generó una profunda división en la nación. El Himno de Lara y Fernández se convirtió en una expresión de resistencia y protesta contra el nuevo gobierno.

Uno de los argumentos clave que esgrimió Lara para justificar este cambio fue la necesidad de infundir al Himno Nacional «ternura» y «sentido». Así explicó su motivación Karla Lara desde Buenos Aires en 2010:

«Era muy fuerte ver el día del golpe de Estado, ver a los diputados del Congreso Nacional poniéndole la banda presidencial a Micheletti, diciendo que era el presidente de Honduras, inventándose una carta de renuncia de Manuel Zelaya y aquel acto era tan oscuro, tan grotesco que junto a Yeco Fernández, que es un compositor hondureño con quien yo trabajo muchísimo allá, pensamos en que había que devolverles semejante afrenta, no, y qué cosa mejor que tomar el símbolo y darle ternura, darle sentido, porque lo que sí tiene la resistencia, como lo decía el compañero, los gallos rojos tienen sentido, tienen valentía, tienen astucia… Y bueno, este es el Himno Nacional, nos atrevimos a cambiar una frase nada más, el resto es como es.»

Esta modificación se centró en una sola frase del Himno Nacional, manteniendo el resto de la composición original intacta. Esta decisión se puede interpretar como un intento de preservar la esencia del himno y su conexión con la historia y la cultura de Honduras, mientras se introducía una crítica específica al gobierno de Micheletti.

Sin embargo, es importante señalar que, con el tiempo, la situación política en Honduras ha evolucionado. La Resistencia, que en su momento lideró la modificación del Himno, llegó al poder a través del partido Libre. En este nuevo contexto, el Himno modificado ya no debería ser entonado, especialmente en la Casa Presidencial. Siendo el gobierno de la Resistencia quien llevó a cabo la modificación, el Himno original debería recuperar su lugar como símbolo oficial en la esfera gubernamental.

En conclusión, la versión del Himno Nacional de Honduras de Karla Lara fue un acto simbólico que expresó la resistencia y la protesta en un momento de agitación política en el país.

A medida que la situación política ha evolucionado, surgen debates sobre el uso continuo de esta versión modificada del Himno, especialmente en la Casa Presidencial, donde la entonces Resistencia ahora está en el poder.

Este debate refleja la complejidad de los símbolos nacionales y su evolución en el contexto político cambiante de Honduras.


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