Sandwich de basura, librerías de segunda mano

Cuando era niño, mi abuela y mi madre me llevaban a los mercados populares de Comayagüela. Allí, además de los habituales puestos, había varias librerías de segunda mano. Libros y también revistas de diferentes autores, años, temáticas y con un olor inconfundible. Estaban amontonados, las páginas amarillentas y arrugadas en las esquinas de tanto uso. La gente llegaba, tomaba uno, lo hojeaba, lo dejaba y pasaba a otro. Los libritos de bolsillo que relataban las hazañas de los vaqueros mexicanos tenían una gran demanda. Estaban ilustradas a color con bellas mujeres de cinturas y caderas imposibles y hombres galantes que no temían a nada. Tenía curiosidad, pero sabía que no podía ver esas cosas sensuales. No ahí. Un tío los alquilaba y cuando los terminaba, volvía al mercado a cambiarlos.

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Eso fue como mi primer contacto con los libros usados. Hace unos diez años adopté la costumbre de visitar las librerías de viejo en el centro de Tegucigalpa. Cuando la universidad me pagaba la beca, salía ansioso a buscar textos en las librerías físicas. A veces no encontraba los libros de mi lista de deseos, así que poco a poco me acordé de la existencia de estos puestos de libros que necesitan una segunda oportunidad.

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En los últimos años he conocido buenos lugares donde comprar libros de segunda mano baratos. Antes de mencionar estos sitios, es necesario distinguir las librerías de segunda mano de Comayaguela y Tegucigalpa. La pandemia cambió definitivamente la forma de hacer negocios. En el aislamiento, el bullicioso centro de la ciudad o la tienda física tuvieron que trasladarse a la superautopista de Internet. Así surgieron las librerías  de segunda mano online, o mejor dicho, tuvieron un repunte especial. En particular, las distingo de las habituales librerías de viejo o agashoppings porque no tienen un espacio físico. Ahora, ambos géneros conviven en el ecosistema librófilo. Un tercer tipo de librería de segunda mano es aquella que alquila un espacio con fines comerciales y también compra y vende libros por Internet, ofreciendo servicio a domicilio.

La pregunta es de dónde sacan sus libros las librerías de viejo. Es simple. Los vendedores reciben ofertas o donaciones de graduados universitarios, remanentes de editoriales, librerías y otros individuos.

Librerías de segunda mano en Comayagüela

Durante este tiempo he identificado unas diez librerías de viejo en Comayagüela y Tegucigalpa. De seguro hay más, pero estas son las que más suelo visitar.

  1. En el Mercado San Isidro se encuentra doña Helen Blandón quien posee un generoso catálogo de libros nuevos y usados y todo tipo de papelería y útiles escolares.
  2. Ahí mismo, a la vuelta, se puede visitar Mi Tiendita HN, atendida por don Danilo y la joven Martha Funes. Este pequeño puesto de libros y revistas usados ofrece textos de diversos autores y útiles escolares. Y además cuenta con servicio a domicilio.
Elaboración Propia. Yonny Rodríguez/BUCENTAURO.

Ventas de libros de segunda mano en Tegucigalpa

  1. La librería de Orlando Santos es la más surtida de El Centro. Está ubicada frente al semáforo de Casa Alianza, atrás del Ministerio de Salud. Santos comenzó a vender libros de segunda mano hace unos doce años con un capital inicial de 500 lempiras. Adjunto tiene dos cuartos repletos de libros usados. Es la auténtico agashopping de libros y uno puede tomarse el tiempo necesario para escudriñar esa inmensidad de libros. En sus bodegas hay textos de todas las áreas: Psicología, Economía, Derecho, Literatura, Sociología, etc. Con suerte se pueden hallar joyas literarias excepcionales.
  2. Otra famosa librería de segunda mano es la de Omar Flores. Empezó vendiendo revistas contiguo al Correo Nacional hace más de diez años. Una vez que sus proveedores se fueron para Nicaragua por la carga fiscal, tuvo que diversificar la venta con libros usados. Ambos vendedores coinciden en que se debe fomentar el hábito de la lectura para que el negocio del libro no decaiga. “Los profesores deben ser un poco más activos, que pidan el libro para que el libro se venda más, porque la verdad, el negocio del libro ya no es lo mismo. El profesor ahora sólo manda el texto al celular y, para mí, es mejor el libro. Estamos mal ahí ya”, expresa Orlando Santos.
  3. Alexis Chávez tiene una pequeña venta de libros usados ​​entre la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y el Centro Comercial Miraflores. También vende libros nuevos y los envía a diferentes partes del país. De momento, sólo está atendiendo de manera virtual.
  4. Por último, pero no menos importante, está la Librería Tinta y Letras. Atienden vía redes sociales como WhatsApp y Facebook y hacen envíos a domicilio, pues, el negocio comenzó como una venta de libros de segunda mano online. Ahora cuenta con un espacio físico donde, con cita previa, los clientes pueden acudir a buscar sus libros. Mención aparte, esta librería también ofrece libros nuevos de importantes editoriales extranjeras.

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