La persistencia de la artesanía de Ojojona a través del tiempo es innegable. La modernidad ha masificado los productos artesanales, convirtiéndolos en piezas decorativas que se ajustan a los gustos del mercado turístico, y se aíslan cada vez más, del sentido utilitario con que fueron creados.
Indiscutiblemente, la globalización supone retos para la producción artesanal tradicional en Ojojona. Al mismo tiempo que la hace florecer y salir de su contexto, y se reconoce y revalora más allá de su lugar de origen.
El empeño de esta actividad se debe en el caso de Ojojona a varios factores. Primero se considerará el área en su dimensión cultural:
Los productos y formas de producción artesanal lenca reflejan su origen mesoamericano. En general el área lenca destaca por la mayor variedad, complejidad y cantidad de la producción artesanal, en comparación con otras áreas del país. Entre las actividades más antiguas, que remontan al pasado prehispánico, destaca la alfarería (2007, 112).
Es innegable que este referente etnohistórico juega un importante papel en la persistencia de la artesanía de Ojojona, el cual es considerado como pueblo con población de ascendencia lenca.
Por otro lado, el mercado de consumo turístico se amplía y exige cada día más, manteniendo al artesano en constante producción e innovación. Finalmente, el contexto rural presenta patrones propios de subsistencia fuertemente vinculados a la pobreza extrema. Este aspecto exige el uso de objetos artesanales de bajo costo.
En las aldeas de Ojojona persiste la producción de objetos utilitarios, convirtiéndose en una manifestación del contexto socioeconómico. Pero esta actividad también se vuelve un espacio de resistencia cultural en donde cobran vida los conocimientos ancestrales.
La función de la producción artesanal en Ojojona es variada. Va desde objetos utilitarios de bajo costo hasta objetos decorativos con un importante valor estético.
En la artesanía de Ojojona se percibe de inmediato un claro antecedente étnico lenca. Es de notar que dentro de las comunidades lencas, la alfarería ha sido una actividad de suma importancia. Y en la mayoría de ellas todavía se conservan las técnicas y formas de acabado utilizados por sus ancestros.
En las aldeas de Ojojona se encuentran especialmente objetos utilitarios como comales y cántaros. Esta forma de producción alfarera es familiar y se basa en la unidad doméstica, las técnicas que utilizan en estas comunidades no han variado mucho con el correr del tiempo. Pues hoy en día, se encuentran el tradicional baño de engobe rojo y los hornos de dos cámaras. Y no es muy común la quema a cielo abierto sin horno.
Estas técnicas se usan en todo el municipio (aldeas, caseríos y área urbana). Siguiendo con este punto, vale la pena establecer la diferencia entre la artesanía que se elabora en las aldeas y la artesanía propia del área urbana de Ojojona. La artesanía que se genera en la zona urbana en su mayoría se sale de lo utilitario y pasa a ser artesanía decorativa pensada específicamente para el mercado de consumo turístico. Probablemente, ha sido desde hace varias décadas la artesanía con más demanda en el país.
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Artesanía de Ojojona para uso decorativo
La artesanía de Ojojona muestra actualmente una exquisita diversidad que ha propiciado la apertura de un amplio mercado nacional e internacional. Esta diversidad se refleja en el comercio local, que muestra desde artesanía de uso cotidiano como cántaros, comales, pocillos, freideras y todo tipo de utensilios para la cocina, hasta una amplia variedad de artesanía destinadas al mercado turístico.
La artesanía de Ojojona como reflejo de la dinámica sociocultural
A través de la artesanía podemos deducir el componente étnico y la lógica cotidiana de una comunidad. En ellas se reflejan aspectos básicos de la vida diaria como ser: dieta alimenticia, trabajo, religión, así como las influencias de otras culturas.
Al observar la artesanía de Ojojona se puede deducir aspectos básicos del diario vivir. En la artesanía que se presenta a continuación se manifiesta claramente la división sexual del trabajo: mujeres cargando sus cantaros con agua y hombres con cargas de leña sobre sus hombros.
La naturaleza simbólica de las artesanías también nos deja ver la religiosidad que predomina en Ojojona: Iglesias, imágenes del niño Jesús, imágenes de la virgen María y figuras de ángeles.
En la artesanía de Ojojona se refleja también el cambio social. El hecho que las sociedades no son portadoras de patrones fijos, sino contextos dinámicos, propensos siempre a las influencias externas se manifiesta en los nuevos diseños de artesanía ojojonense. Estos diseños van desde figuras de íconos navideños estandarizados como Santa Claus, hasta piezas de alfarería que representan las insignias de los equipos de fútbol más populares del país.
La artesanía de Ojojona como patrimonio familiar
La alfarería es y ha sido desde sus inicios, un patrimonio familiar, un conocimiento aprendido dentro del círculo de la familia y transmitido de generación en generación. En la actualidad, este patrón persiste, ya que se pueden encontrar familias en las que todos sus miembros se dedican a la alfarería, arte aprendido de los abuelos y padres.
Don Higinio Garay es considerado uno de los artesanos con mayor trayectoria en el campo de la artesanía en Ojojona. Según su relato, aprendió este oficio con doña Mina Cerrato en los años sesenta. Después de trabajar catorce años con ella abrió su propio taller. Actualemente, su taller es uno de los más grandes del municipio.
Don Higinio procreó 32 hijos, de los cuales, aproximadamente 30 se dedican a la alfarería. La mayoría de sus hijos varones trabajan en el taller elaborando las piezas como les enseñó su padre desde niños, mientras que las hijas mujeres se dedican al comercio de dichas artesanías.
Los artesanos… en el mundo del simbolismo se dice que ellos crean magia, porque con cada objeto que construyen manifiestan la conexión con todo… Cada símbolo nos conecta con la historia, con la memoria negada, con tiempos y espacios olvidados. Los artesanos nos ayudan a no olvidar nuestro barro… —Don Santos Higinio Garay.
Otro artesano muy reconocido en Ojojona es el señor Ángel Alonso Alvarenga, quien aprendió el oficio con don Santos Higinio. Según don Ángel, una de las principales características del alfarero ojojonense es su creatividad al momento de elaborar un nuevo diseño.
La artesanía es la actividad que predomina en este pueblo y es la que le da el nombre a Ojojona. Por la artesanía tenemos nombre, por la artesanía nos reconocen, la artesanía nos da identidad. —Ángel Alonzo.
Según don Ángel, la variedad de artesanía de Ojojona es cada día más exquisita, acomodándose a lo que en la actualidad se demanda, sin perder su esencia.
Contacto con el barro, contacto con la tierra, contacto con la vida
La artesanía en Ojojona es ejemplo vivo de tenacidad. A través de sus creaciones se mantienen elementos fundamentales en el círculo de su autoconciencia cultural.
Para los artesanos y artesanas del área rural, trabajar con barro representa algo más que la simple manipulación de una materia prima. Representa entrar en contacto con algo tan significativo y sagrado como la tierra.
De acuerdo con la visión de los artesanos de Ojojona, trabajar el barro es vincularse con la sabiduría de sus ancestros. El barro representa su principal fuente de ingresos económicos. Pero más allá del aspecto estrictamente material, este arte es el hilo que une generaciones, vincula al artesano con su madre, con su padre, con sus abuelos y con todos sus antepasados lencas.
Así, se puede afirmar que trabajar el barro significa para los artesanos de esta región, lealtad y respeto a las enseñanzas de sus padres y abuelos, respeto y reivindicación de su cultura y unidad familiar.
A través del barro el artesano no sólo se conecta con su cultura. También transmite conocimientos que se convierten en símbolos de una expresión única que añade un importante valor a la cultura local.
Bibliografía
AMSO. (2013) Una mirada a la historia y patrimonio de San Juan de Ojojona. Tegucigalpa. Caracol Impresiones. Págs. 113-118.
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