Cuando la explotación de la mina de Guazucarán por parte de la familia O’Connor terminó, dejó una serie de aspectos susceptibles de historiarse, como la existencia de un cementerio privado propiedad de la familia irlandesa.

De acuerdo con los datos recabados, el panteón quedó inactivo a mediados de la década de los cincuenta. Luego, la familia se dispersó y se fue del lugar. Aun así, un historiador de la comunidad afirma que el cementerio se encuentra en propiedad de la heredera Antonia Alonzo Vásquez.

El antiguo camposanto se ubica en el límite territorial de Ojojona y Reitoca, justo en el caserío de El Polvorín, jurisdicción de Sabaneta.

Mención de la mina de Guazucarán en libro

Para conocer más sobre la presencia de esta familia en el corredor minero, es importante abocarse al libro «Sanjuancito ayer y hoy. Su pasado y su presente», escrito por el señor Julio O’Connor Matute.

Si bien el texto biográfico se centra en la historia del mineral de El Rosario, también tiene diversas alusiones a la mina de Guazucarán. La obra se puede consultar en la Colección Hondureña de la Biblioteca General de la UNAH.

Conforme con el libro, John O’Connor, ingeniero irlandés a quien Marco Aurelio Soto nombró Director de Cuño en 1880, vivía a inmediaciones de la mina de Guazucarán junto con su familia. Era nativo de Gallway, una ciudad de la costa oeste de Irlanda.

El libro además manifiesta que fue él quien importó la maquinaria necesaria para el cuño. En aquel tiempo se imprimían monedas de un peso, cincuenta centavos, veinte, veinticinco, diez y cinco, de plata de novecientos milésimos, y monedas de cobre de dos centavos.

A propósito de ello, otro extracto del libro confirma que los O’Connor eran los dueños de la mina de Guazucarán:

En Guazucarán, Mr. Connor era propietario de una pequeña mina de plata, abandonada por los españoles inmediatamente después de la Independencia de Centro América.

En otro párrafo, el autor da fe que en el mencionado lugar hay «cinco cadáveres pertenecientes a ciudadanos irlandeses, hombres y mujeres, incansables y recios luchadores rebeldes».

Por otra parte, es necesario dejar claro que en la mina de Guazucarán no hubo presencia de alguna compañía. Los O’Connor trabajan en la mina de El Rosario de San Juancito por cuestiones coyunturales que se explican a profundidad en el libro mencionado. Asimismo, explotaban la mina de Guazucarán a nivel personal.

¿Ya sabías algo sobre este tema?  🧐 ¿Qué te pareció? Cuéntanos en los comentarios. 🙂👇

Envíalo