Ojojona es un municipio de Francisco Morazán que se encuentra a 30 kilómetros de Tegucigalpa. Está asentado sobre una pequeña planicie al pie del cerro de Payagoagre. Por ende, esta posición le permite gozar de un clima templado y fresco la mayor parte del año.

Las aldeas de Ojojona son nueve, más la cabecera municipal. Esto da lugar a que posea 110 caseríos que suman una extensión territorial de 260 kilómetros cuadrados.

Para llegar a Ojojona desde Tegucigalpa se debe tomar la carretera que de la capital conduce al Sur (Pacífico hondureño). En el Cerro de Hula se halla el desvío que hasta el centro de Ojojona tiene un recorrido de 7.2 kilómetros.

El Centro Histórico de Ojojona fue declarado Monumento Nacional mediante decreto No. 155-96, publicado en el diario La Gaceta en noviembre de 1996. En su interior posee 36 inmuebles patrimoniales. Entre ellos destacan la Casa Pablo Zelaya Sierra, la Iglesia San Juan Bautista y la Iglesia del Carmen. Asimismo, la Casa Consistorial, la Casona de Pancha Martínez y la Casa Cural.

Historia y origen del nombre «Ojojona»

En los documentos históricos, los autores coinciden en que Ojojona significa Ojo de agua o Agua verdosa (Membreño, A. 1994, p. 162). Por otra parte, «en la geografía de Velazco está escrito Xoxonal y todavía el pueblo pronuncia Jojona». Significa en mexicano agua verdosa.

En las primeras crónicas del periodo colonial nombraban al lugar Xoxonal, Xoxona o Joxone. A principios del siglo XVII, hace referencia a Ojojona y a San Juan de Ojojona, nombres usados actualmente. De hecho, los asentamientos españoles marcaron una pauta al anteponer un nombre religioso cristiano a los nombres indígenas de las poblaciones que hallaban a su paso. Por ejemplo, San Juan de Opoa, San Marcos Caiquín, San Pedro Tutule y muchos pueblos más de Honduras.

Artesanía utilitaria y decorativa de Ojojona

La artesanía de Ojojona muestra actualmente una exquisita diversidad que ha propiciado la apertura de un amplio mercado nacional e internacional. Esta diversidad se refleja en el comercio local, que muestra desde artesanía de uso cotidiano como cántaros, comales, pocillos, freideras y todo tipo de utensilios para la cocina, hasta una amplia variedad de artesanía destinadas al mercado turístico.

Don Santos Higinio Garay, uno de los pioneros de la alfarería de Ojojona, declaró en una entrevista a este medio que este rubro empezó a desarrollarse en los años sesenta.

De igual modo narró que doña Mina Cerrato trajo alfareros de una cooperativa salvadoreña para que les enseñaran a los pobladores. Don Santos fue uno de los que adquirió ese conocimiento.

Así, la industria alfarera de Ojojona no ha parado desde entonces. Al pueblo llegan compradores de todos los lugares, pues, el producto es de buena calidad y, ante todo, barato.

En la actualidad existen más de 250 puestos de alfarería distribuidos en el centro y sus inmediaciones. Para conocer más sobre el tema, lea nuestro artículo: Artesanía de Ojojona persiste como espacio de resistencia cultural. 👈✅

Tradiciones y costumbres de Ojojona

Tradicionalmente, se celebran dos ferias en Ojojona. El 20 de enero en honor del patrono San Sebastián y el 24 de junio la festividad tiene como protagonista a San Juan Bautista.

Dentro del contexto de la feria de enero se realiza el Guancasco entre Ojojona y Lepaterique. En el municipio se tiene la creencia que hace mucho tiempo hubo conflictos por tierras entre ambos pueblos, y que la celebración del Guancasco habría ayudado a limar asperezas.

Otro elemento de la tradición indígena presente en la comunidad es la medicina natural y las curaciones por obra de los llamados «curanderos». Éstos sustituían las prácticas médicas modernas en Ojojona a finales del siglo XIX. Ese fue el caso cuando sobrevino una terrible epidemia de viruela en 1886 y los habitantes recurrieron a «los métodos tradicionales utilizados por los curanderos del pueblo, de los que hubo varios en Ojojona, quienes hacían sus trabajos utilizando plantas u otros elementos naturales» (Antúnez, R., 1993, p. 20).

Para los habitantes de Ojojona era habitual recurrir a medicamentos naturales. A continuación, esta fuente muestra los productos que alguien podía encontrar al acudir a la farmacia de Ojojona:

En esos tiempos existió una botica que era orgullo de los habitantes por la abundancia y exquisita calidad de sus productos farmacéuticos, los que eran vendidos a la clientela por el propietario Juan Amézquita de Coronado. Allí se obtenían las medicinas siguientes: polvo de cuerno de escarabajo, priajas (¿?) de ciervo, enjundia de cóndor, polvos de cornezuelo de víbora, uña de la gran bestia, ojos de cangrejo, unicornio verdadero, sangre de macho, piedra de araña, aceite de alacrán, espíritu de lombriz y otras yerbas.

(Gonzales, C.1957, p. 19).

Restaurantes y cafés en Ojojona

En este aspecto, el pueblo no se queda corto. Hay bastantes restaurantes y cafés que ofrecen una cartilla de alimentos con comidas típicas y extranjeras que representan una auténtica delicia. Desde que se toma el desvío hacia el municipio se puede observar la diversidad de locales donde comer. Hay para todos los gustos y los paladares más exigentes. 😋

Y con esto nos referimos a que los hay en medio del bosque, a orilla de calle, dentro del Centro Histórico y también hay los que poseen museos y espacios recreativos.

Entre otros, se puede comer en Cocina Joxone, Restaurante La Finca, Casa y Campo, La Casa del Marqués, CROU y La Labranza. Además, se puede saborear un rico café orgánico en Villa Trinidad. Este sitio tiene como plus que allí estuvo preso Francisco Morazán el 7 de junio de 1827.

Turismo rural por Ojojona

El turismo hacia la comunidad creció en los recientes años. Y no es para menos, el municipio es dueño de un admirable tesoro natural y cultural que lo pone en un lugar destacado del corredor turístico de la zona sur. Sin duda, toda la gente que nunca estuvo en el pueblo o que por el contrario ya lo visitó, se pregunta qué actividades se pueden hacer en Ojojona más allá de apreciar la alfarería y recorrer el Centro Histórico.

Desde luego, es una pregunta válida, sobre todo, si se va de paseo a un sitio que tiene gran importancia para Honduras y que conforma junto a Valle de Ángeles, Santa Lucía, Cantarranas y San Juancito los referentes de los capitalinos. A propósito de ello, les recomendamos revisar nuestro artículo: 14 cosas que hacer en Ojojona y alrededores. 😎

Hoteles en Ojojona

El alojamiento en Ojojona es un tanto escaso. Sin embargo, en los años recientes se construyeron varios hospedajes. Así, a lo largo del camino hasta el municipio se pueden encontrar varios hoteles. En el pueblo existen dos. Uno de ellos es de montaña y se puede acceder a él preguntando en la Alcaldía Municipal por Francisco Banegas. El otro se encuentra en el barrio Españita. En total hay unos cinco hoteles y hostales en el tramo del Cerro de Hula al pueblo.

✅ ¿Te satisfizo esta breve guía o crees que faltó algo? ¿Ya visitaste #Ojojona, qué te gustó de él? Cuéntanos todo en los comentarios.  📝📬