Los zuecos en Ojojona representan una auténtica curiosidad, dado que hasta ahora no existen más referencias en el país. No se sabe a ciencia cierta cómo llegó a Ojojona este calzado de madera típico de Holanda. Lo importante es saber que durante las primeras décadas del siglo pasado se utilizaron en Ojojona para mantener los pies libres de humedad.

Origen de los zuecos

Fechar el origen de los zuecos no ha sido tarea fácil para los historiadores, ya que cuando los zuecos estaban muy gastados se quemaban en la chimenea. Se cree que se empezaron a utilizar hace unos 850 años.

El zapato de madera más antiguo que se conoce fue hallado en el Nieuwendijk en Ámsterdam, data de alrededor del año 1230, y está hecho en madera de aliso.

Los zuecos en Ojojona

En Ojojona son una extravagancia y por supuesto una curiosidad que no deja de sorprender, pues, hasta el momento no hay referencias que afirmen que se hayan usado en otras regiones de Honduras.

Así, en Ojojona, en su condición de villa española, han de haber sido introducidos tanto por curas evangelizadores como por los mismos empleados de la Corona española. O bien, quien los elaboraba, aprendió fuera del municipio.

En 1923, Rafael Ramírez D. escribió una crónica donde tocó diversos temas sobre el pueblo. En una parte hace referencia a las actividades económicas de la agricultura y la alfarería en este sector. Además, resalta una práctica característica del lugar.

Afirma que «las señoras y señoritas van a la iglesia con zuecos de madera y se oye el toc-toc al caminar por las calles húmedas de Ojojona». Este dato es un tanto curioso porque hasta este entonces no se ha hecho alusión en ninguna otra fuente a una descripción parecida.

Sin embargo, no es la primera referencia que se tiene del uso de estos zuecos en Ojojona. También en el diario El Nuevo Tiempo de 1911 se había comentado sobre estos zapatos, en una noticia, la cual describe lo siguiente:

Ojojona, 14. Continúan lluvias torrenciales. Río que pasa por en medio de este pueblo es un pequeño Nilo saliéndose de sus márgenes con frecuencia. Desde los maestros de escuela hasta el padre Blas (Escobar), todos andan con suecos después de la lluvia; fabrica éstos don José María Silva. (El Nuevo Tiempo, 1911, no. 54 p. 1).

El proceso artesanal de la elaboración de zuecos en Ojojona debió de perderse con el tiempo. Por ello encontrar referencias sobre su uso en la comunidad es un hecho extravagante. Ya que no existe otro lugar de Honduras donde se haga mención de esto, al menos hasta ahora.

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