En las siguientes líneas se hace un recorrido por la historia de Ojojona. Se toma en cuenta la mayor cantidad de fuentes posibles, sin dejar de lado, las monografías escritas por autores locales y nacionales, los testimonios orales de las y los vecinos, las fotografías e imágenes.

Datos de la historia de Ojojona

  1. En las primeras crónicas del período colonial nombraban al lugar Xoxonal, Xoxona o Joxone. A principios del siglo XVIII, la documentación hace referencia a Ojojona y a San Juan de Ojojona, nombres utilizados en la actualidad. Esto se puede constatar en la Geografía de Velazco. Significa «Agua verdosa». Se compone de «xoxonqui», verdoso y alta agua (Membreño, A. 1994, p. 162).
  2. Mina de Guazucarán. En 1569, Diego de Manzanares descubrió un filón de plata en el cerro de San Lorenzo de Guazucarán (Gómez, P., 1999, p.50). Con este descubrimiento se inaugura una nueva época en Honduras al sumarse otros hallazgos en el centro y sur del país. Esto contribuyó al reflote de la economía y al poblamiento de zonas poco exploradas hasta entonces.
  3. El estilo de las casas de habitación en el centro histórico del municipio y en las aldeas, en general puede ser catalogado como arquitectura vernácula, ya que en Honduras no existe un estilo colonial puro como tal.
  4. El Centro Histórico de la cabecera municipal de San Juan de Ojojona fue decretado Monumento Nacional por el Congreso Nacional de la República, a través del decreto No. 155-96, publicado en el diario Oficial La Gaceta en noviembre de 1996.
  5. Primer carro en Ojojona. La carretera de Ojojona se puso en servicio en 1939. En enero de ese año, se informaba en el diario La Época, que para el 15 de febrero podrían llegar los primeros automóviles. El 28 de enero, el mismo diario, anunciaba que uno de los primeros automóviles en llegar a Ojojona fue uno de los balastreros que trabajaban en dicha apertura.
  6. Con la mejora de las comunicaciones, Ojojona se convirtió en un importante punto de paseo para las personas de Tegucigalpa, quienes en sus modernos automóviles circulaban por el antiguo poblado, visitando con especial interés las iglesias del municipio.
  7. Una de las mejoras que trajeron las primeras décadas del siglo XX fue la instalación del alumbrado público. Si bien en su momento no era luz eléctrica, se le dotó de lámparas de gas de la recordada marca Coleman. Las primeras pruebas del alumbrado se realizaron en 1940.
  8. Parroquia San Juan Bautista. Una de las primeras referencias que se tiene de la Iglesia de San Juan Bautista es sobre el entierro de una mujer en su interior. En 1683, Gregorio López –indio originario de Ojojona– le propinó una terrible paliza a su compañera de hogar llamada Juana. De tal atropello resultó la muerte de la infortunada mujer. Aunque, el culpable del hecho alegó que los golpes se los había propinado de la cintura para abajo, y que por eso no era posible que hubiera muerto.
  9. El cuadro La sangre de Cristo, en primera instancia, perteneció a Rafael Zelaya, quien lo heredó a la señorita Francisca Zelaya, ésta a su vez lo vendió a la municipalidad de Ojojona por 80 pesos el 26 de diciembre de 1888. Desde entonces, lo más probable es que estuviera en poder de la ermita de El Calvario, lo que podría dar otra fecha constructiva del mencionado santuario.
  10. La Casona de Pancha Martínez. Con ese nombre se identifica a una de las edificaciones de carácter residencial más excepcionales y representativas de la arquitectura vernácula del municipio, incluso del país. La fecha de construcción estimada para esta edificación es alrededor de 1830, fecha probable que responde al mismo horizonte estilístico de las otras emblemáticas construcciones, que engalanan al municipio y le brindan su propia personalidad.

Fuente | Una mirada a la historia y patrimonio de San Juan de Ojojona.

Envíalo